Duermo de un tirón, y me despierto en el espeso silencio de la Abadía de Cárceri. En la cocina, ya se afana Diana, nuestra compañera de Forno en Lotta (hornos en lucha) que conocimos en una caravana anterior, en la acampada de Venaús (lugar emblemático de la lucha anti Tav). Esta muy concentrada distribuyendo de forma equitativa la ricotta en unos diminutos pasteles que acompañarán nuestros desayunos. Le echo una mano, buena estrategia para poder rebañar el plato. Cuando la cola del desayuno empieza a tener unas proporciones serias, dejo la cocina para unirme pero una vez más no acierto con el momento, llega mi turno justo en el momento que se están acabando el pan y el café y la fruta y justo antes de que lo repongan, ampliando el menú con mermeladas varias, zumo, chocolate.
La jornada empezará a las 10:30 con charlas varias sobre ese tema: ¿Cómo preparar una guerra., la narrativa nacionalista, la construcción del enemigo? ¿Hoy qué arde bajo las cenizas? ¿Puede el flujo migratorio reavivar el fuego de un conflicto?
Antes, tenemos varias actividades: un taller de yoga a las 9:00 y una visita de la abadía a las 9:15. ¿Qué hago? Decido disfrutar de las imágenes del taller de yoga al aire libre mientras espero la visita de la abadía. Nos explican que está construida en un lugar pantanoso donde se asentaron poblaciones muy pobres, y ha resistido a la epidemia de peste y a varias guerras. Bien, si es así, unos cuántos caravanistas no podrán con ella. La primera orden han sido los Agustinos, Mustafa aprovecha la oportunidad para subrayar que San Agustín era originario del norte de Argelia y que cuenta entre los sabios bereberes. ¿A que no lo sabíais?
¡¡Ensayo general!! Tenemos que formar con nuestros cuerpos las palabras “NO NATO” (traaaanqui, no es una acción de provida, es la traducción de OTAN) para la acción que haremos mañana frente a la base militar de Aviano. Me ha tocado formar parte de la “A”, me podrás ver mañana en la foto, estoy en el ala superior izquierdo. Nos instalamos, intentamos captar voluntarias para que la letra quede más lúcida, pero lo tenemos muy crudo. La “T”, que esta justo al lado, atrae a más gente porque es mucho más fácil colocarse en la parte superior horizontal. Sin hablar de la “O” que tiene hasta lista de espera para entrar. Claro, están tranquilamente sentadas en coro y charlando. Cada minuto que pasa me siento más A e intento que las letras de alrededor no nos quiten lo que es nuestro. Empezamos con las charlas a la sombra en uno de los pasillos del claustro, adornado con muchos carteles “La guerra empieza aquí” “No a la guerra ai populi, no a la guerra ai migranti”, entre otras, y con las mantas de la memoria, bordadas con los nombres de las
personas desaparecidas en frontera.
Nuestra moderadora es Vesna Scepanovic, periodista y activista de Carovane Migranti de origen montenegrina. Los ponentes son Eric Gobetri, historiador, Auretta Pini y Gianni Tanino, de la fundación Alex Langer. Empezamos con la historia de la Yugoslavia. ¿Cómo hemos pasado de la Yugoslavia, un estado moderno, donde se vivía bien, con un buen sistema de salud, muy diverso, con mucho consenso respecto a vivir con identidades diferentes y abanderado de los países no alineados, al auge de los nacionalismo que ha desembocado en limpieza étnica y masacre como la de Srebenica donde en 1995 mataron a 8000 personas bosnias musulmanas? ¿Cómo pudieron los dirigentes de la ex-Yugoslavia convertirse tan fácilmente al nacionalismo exacerbado, pasando casi de un día a otro a hablar ya no a nombre de todos sino de forma excluyente: de los Serbios, de los Croatas, de los Bosnios? Nos proponen algunas explicaciones: la falta de democracia, la burocracia, un sistema muy centralizado que se desmoronó con la muerte de Tito en 1980. A nivel exterior, cuando se cae el muro de Berlín, Yugoslavia pierde su rol de líder de los países alineados y los dirigentes empezaron a poner la mirada en el modelo anterior a la formación del país, los modelos nacionalistas. Dividire e uniformare.
¿Cómo se impide la lógica de la convivencia? Acentuando diferencias, señalando con lupa la filiación, los antepasados, haciendo la vida imposible a los hijos e hijas de parejas binacionales… Ese modelo lleva al choque, golpea a “los nuestros” que no se adecuan al modelo y a “los otros” convertidos en enemigos. Los ponentes señalan las responsabilidades del nacionalismo serbio y croata y por supuesto de la Unión Europea. Los siguiente ponentes son de la fundación Alex Langer. Nos desbrozan la vida de este militante pacifista que nació en 1946 en un lugar muy peculiar: Dolomitas, la zona de Bolzano, en la frontera entre Austria e Italia, una zona bilingüe donde se habla italiano, alemán y ladino (un idioma retroromance). Su madre era católica y su padre judío. Alexander Langer fue un periodista, historiador, traductor, político y luchador por la paz. Entre las numerosas iniciativas por la paz y la convivencia que organizo, monto una CARAVANA para ir al foro de Verona, cuyo objetivo era favorecer, compartir y devolver momentos de convivencia entre los pueblos. En 1995, en una cumbre de dirigentes, protesto ante la inercia de Europa ante la guerra en Bosnia y ese mismo día escribió su último artículo titulado: “Europa more o rinace a Sarajevo”. Poco después, se quito la vida desesperado. Me ha gustado el punto 9 de su decálogo para la convivencia: “li mediatori,
construttori di ponti, saltatori di muri, esploratori di frontiera.” ¡No hemos inventado nada! No las caravanas, ni los esloganes ni na! Ya lo dijo todo Alex Langer hace 30 años. ¿Porque nos preocupan más las personas que migran que los turistas que invaden nuestras ciudades.? ¿No representan un mayor peligro para la convivencia?

El monocultivo es lo que empobrece el suelo, no las malas hierbas que enriquecen la tierra. ¡¡Nos convertiremos en malas hierbas que cuestionan el modelo mayoritario de la sociedad y bienestar!! Luisa Chiodi (observatorio de los Balcanes y del Cáucaso) compara los contextos históricos: Durante la guerra de los Balcanes, en Italia, 40.000 personas voluntarias italianas fueron a llevar ayuda a la frontera entre Italia y Bosnia. La ayuda humanitaria se convirtió en herramienta política. Hoy el contexto internacional, el pensamiento mayoritario y la percepción son muy diferente. Nos estamos acostumbrando al hecho de que haya personas que no tienen derechos. -28.000 personas han perdido la vida desde 2014, en algún punto fronterizo de la UE. Son datos que conocemos, darlos ya no remueve conciencias.
Hay en estos años, grupos que se organizan para ayudar a los personas migrantes de la ruta balcánica pero son minoritarios, amenazadas y criminalizadas. Se acerca la hora de la comida, el sol tensa cada vez más nuestras banderolas y los olores de comino, mascarpone y chocolate nos distraen cada vez más. ¡Es que Diana le mete chocolate a todo! Nos levantamos perezosamente, vamos a la mochila y cambiamos las libretas de apuntes por el plato (no os preocupéis por mí que una compañera me ha regalado uno), cubiertos y vaso. Es complicado saber siempre lo que tenemos que tener en la bolsa de sobrevivencia: ¿palestino y camiseta negra para la acción ? ¿jabón y toalla? ¿cargador y ordenador? ¿papel higiénico? ¿bocadillo y botella de agua? ¿de plástico reutilizables, comprada en Decathlon donde están sustituyendo al personal por máquinas de ventas automáticas? Coca cola NO que está en la lista de las empresas que tenemos que boicotear, y ¿alguna cervecita? Siempre que no hayamos marcado en el formulario de inscripción a la Caravana la opción “crudivegano Con alcohol”. Este año hay tantos menús diferentes que no caben en los cuadros de excel de Germán.

A la tarde, viene el autobús a recogernos. ¡¡Qué ilusión!! Hacía 18 horas que no veíamos a Jon y su inmenso autobús de 75 plazas. En el parque degli alpini de Padova, tenemos un encuentro con organizaciones pacifistas y antimilitaristas. Assesora Comune di Padova per la Pace e i Diritti Umani, Associazione per la Pace, Beati i construttori di Pace, Rotte Balcaniche Alto vicentino, Tabola per la Pace, Melting Pot, Sanitari per Gaza. Hemos colocado entre árboles nuestras pancartas, banderas palestinas, fotos de personas desaparecidas en la ruta centroamericana y otras rutas migratorias. Sujetamos firmamente las 50 llaves negras, verdes, blancas y rojas traídas por las compañeras de Gasteiz para tener presentes a todas las personas palestinas desplazadas y víctimas del genocidio y damos la palabra a las ponentes: Nos hablan del sistema sistema de salud colapsado. Recuerdan que ya se han lanzado más bombas encima de la población palestina que en Dresde, Berlín o Hamburgo al final de la segunda guerra mundial. Bombardeos considerados como el paradigma del horror, de la destrucción de la guerra Gianna Benucci es una diminuta anciana, con un vestido florido que pasaría desaparecida en un viaje a Benidorm (como la mayoría de nosotras). Es una luchadora por la paz muy reconocida. Nos comenta su lucha junto a las Mujeres de Negro en Belgrado , y con las Mujeres de Negro palestinas e israelíes . Se ha volcado ahora en recibir y acompañar a las personas migrantes de la ruta de los Balcanes, “No hay nada pequeño si se hace con amor”, dice Gianna Benucci, y me acuerdo de los pastelitos de ricotta de Diana. De los diminutos puntitos que seremos mañana convertidas en letras.

Para Rotte Balcaniche, toma la palabra un chavalito jovencito con pantalón corto y camiseta negra reivindicativa, a lo lejos no puedo ver la letra pero la podemos adivinar. Con su grupo se mueven por todos los balcanes junto a No Name Kichen para crear redes ciudadanas seguras. ¡Hay relevo generacional! Los bosques de Bulgaria y Turquía, nos cuentan, se han convertido en cementerios, como si no fueran personas. No hay sistema de identificación. No podemos enterrar con dignidad a las personas que mueren. Terminamos levantando el puño con Socorro Gil Guzman. Ella nos cuenta su trabajo con el Colectivo Memoria, Verdad y Justicia de Acapulco. Empezó en el 2018, cuando desapareció su hijo Jonathan después de ser arrestado por la policía. Recién había terminado sus estudios de derecho en la universidad y estaba ayudando a un amigo a denunciar a su jefe que le quería obligar a traficar. “Los primeros meses, busqué yo sola con mi mis dos hijas, y poco a poco fuimos cada vez más mujeres buscando juntas en las calles, los bosques, los montes, cárceles y fosas comunes. Estamos preparadas para trabajar, para cocinar, pero nunca para tener que ir a los bosques y a las fosas y buscar entre la basura los restos de nuestros hijos”. Levantamos el puño junto a ella: “las madres no se callan, las madres no se rinden,les faltan sus hijos y los vamos a buscar Hacemos una interminable fila para conseguir unos triángulos de pizza fría y tenemos que salir del agradable parque para volver a la abadía. En el claustro, varias de las comisiones se reúnen: preparan acciones, escriben letreros, hacen flores de papel, y vacían unas cuantas cervezas. Menos mal que no estoy en ninguna de ellas, me voy a dormir.

Os dejo con una poesía de Nathalie Handal, poeta, dramaturga y catedrática palestina.
“Aún si levantan el muro
más allá de nuestro alcance
sólo conocemos un hogar
aún si cada vez tomamos rutas distintas
los árboles nos guían el viento nos guía
el sol y la luna nos guían
y cuando llegamos hallamos los libros
que no podemos dejar de leer, los bordados
hechos por los refugiados, la cocina
donde vivimos nuestras vidas –una propuesta de matrimonio una muerte un
nacimiento–
y cada día mientras colamos nuestro café
nos saludamos adecuadamente
y expulsamos el muro de nuestro aliento”