El pasado 1 de mayo Ongi Etorri Errefuxiatuak nos sumamos a esta plaza después de recorrer Euskal Herria con la Caravana Abriendo Fronteras. Durante tres días denunciamos, entre otros, el CIE en Hendaya, los ensayos de guerras en Bardenas, la ley de extranjería en Gasteiz, y la construcción del muro y el tráfico de material bélico en el puerto de Zierbena.

Porque la cadena de responsabilidades que vulnera los derechos humanos de las personas migrantes empieza aquí. Y las consecuencias de las prácticas políticas y económicas que provocan sufrimiento y muerte también las tenemos aquí.

Porque no solo en los campos de Huelva sufren explotación laboral y abusos sexuales las trabajadoras migrantes. La explotación laboral en el sector agrícola también la tenemos aquí, como lo demuestra la reciente lucha sindical de las personas trabajadoras, mayoritariamente migrantes, en «Huerta de Peralta».

Hay muchas personas trabajadoras en nuestro entorno que cotizan con su sufrimiento y pagan impuestos excesivamente elevados por sobrevivir. Nos referimos por ejemplo a las trabajadoras de hogar internas, a las cuidadoras que enfrentan tratos y condiciones vejatorias como la mujer migrante que tuvo la valentía de denunciar la agresión sexual en Getxo hace unos días. Nos referimos a las mujeres que son tratadas con fines de explotación sexual también en Bilbao, a nuestros manteros, a quienes talan árboles, trabajan en el sector pesquero o en la hostelería.

Un año después celebramos que gracias a las movilizaciones y alianzas entre organizaciones sociales de apoyo a personas migrantes y refugiadas, feministas, antimilitaristas, ecologistas, de derechos humanos, sindicatos, etc. hemos conseguido que al menos los barcos saudíes no sigan cargando su mercancía de muerte en nuestro puerto. Y que en Huerta de Peralta hayan mejorado las condiciones laborales.

Pero este 1 de mayo el discurso de la extrema derecha se ha recrudecido y arroja olas de odio sobre las personas migrantes y refugiadas, a las que culpa del desempleo, de los bajos salarios y de la crisis social y económica. Denunciamos la manipulación y falsedad de este discurso que oculta la responsabilidad de los gobiernos europeos, las empresas trasnacionales y el sistema capitalista neocolonial y heteropatriarcal en esta situación de colapso ecológico y económico, de éxodo migratorio y de violencia.

Urge tejer una red que proteja los derechos humanos y la vida de todas las personas frente a la ‘tela de araña’ tejida por el neofascismo que atrapa y enreda a las personas y a las democracias europeas.

Este 1 de mayo os animamos a participar en la Abrazada que el próximo 5 de mayo haremos en Euskal Herria en Durango y que forma parte de la iniciativa europea que estamos impulsando con la Red Caravana Abriendo Fronteras en un gran número de ciudades europeas, más de 20 del territorio español, además de otras impulsadas junto a otras organizaciones sociales en Gran Bretaña, Irlanda, Italia, Suecia, Serbia, Grecia e incluso en San Francisco de Estados Unidos.

El abrazo de los pueblos, de las personas y los derechos humanos. Por el derecho a vivir y a migrar con dignidad frente al neofascismo. Os esperamos a las 12:00 en la plaza Ezkurdi de Durango el próximo domingo 5 de mayo.