En Lampedusa es el 8° aniversario del naufragio de 368 personas cerca de sus costas. El «naufragio de migrantes en el mar Mediterráneo de 2013» se refiere al suceso ocurrido el 3 de octubre de 2013, cuando un barco que transportaba personas migrantes desde Libia a Italia se hundió frente a la isla italiana de Lampedusa.

Las madres tunecinas vienen con Carovane Migranti a un acto de memoria y recuerdo de sus hijos muertos y desaparecidos en ese y otros naufragios. Un grupo de cinco personas de Ongi Etorri Errefuxiatuak y Caravana Abriendo Fronteras-Mugak Zabalduz les acompañamos.

Hemos llegado a la isla de Lampedusa, de 20 kilómetros cuadrados y poco más de 6000 habitantes. La calle Roma es el eje y está llena de bares, tiendas y movimiento.

En el final de la calle se forma un balcón sobre el puerto. Un gran escenario recoge el acto de hoy dentro del programa «Siamo sulla stessa barca» (Estamos en el mismo barco).

Hablan europarlamentarias y europarlamentarios, entre ellas Pietro Bartolo, el médico de Lampedusa. Denuncias, críticas de la política migratoria…

Se ve el puerto, empiezan a llegar pateras, barcas con migrantes, una pequeña, otra pequeña remolcada por la guarda costera, otra grande en la que asoman muchas cabezas. Hemos dejado las palabras atrás y los y las italianas de Carovane Migranti y nosotras corremos a las rocas a alzar los brazos y saludar, y llega otro barco con gentes cubiertas con mantas amarillas en la proa, y otro más y allí nos quedamos mirando este mar y pensando y sintiendo… Han llegado.

A lo mejor las 300 personas escuchantes de la terrible política migratoria de la UE tendrían que salir corriendo a los espigones cercanos a mandar abrazos, (en donde les desembarcan es zona militar) , o a gritarles ¡Bienvenidos, bienvenidas, ongi etorri!

Hoy llegan las madres y familias de Túnez con un permiso de 120 horas ¿? Ahí podrían estar sus hijas e hijos o los de otras madres.

A las 3 de la mañana hay un acto en recuerdo de las casi 400 personas ahogadas en 2013 a poca distancia de la costa de Lampedusa.

Y siguen muriendo cientos y cientos y nos viene a la cabeza que «no son muertes, son asesinatos» en origen, en el tránsito y en destino.