Mikel Álvarez «Betelu»

Mikel Álvarez «Betelu» – Activista de Ongi etorri Errefuxiatuak

Berria 28/04/2018

Naiz 27/04/2018

 

Desde pequeñas nos han contado que los reyes magos vienen de oriente. Hemos crecido con el relato de que las guerras sólo ocurrían en el este, y hoy día, nos repiten una y otra vez que Euskal Herria no tiene cada que ver con los ataques que se están produciendo en Oriente Próximo. Los reyes magos, las guerras y nuestro pueblo. Podría tratarse del título para una novela, pero no, sólo es el crudo reflejo de la cruda realidad que vivimos.

Sin embargo los y las ciudadanas de Euskal Herria no estamos dipuestas a mirar para otro lado y estar quietas y quietos como si no estuviera pasando nada. No queremos olvidar que hace algunas décadas algunos y algunas compatriotas, que acuciados y acuciadas por el hambre, tuvieron que moverse a otros países, tuvieron que emigrar de la guerra, que muchos vascos y vascas fueron refugiados y refugiadas y lo siguen siendo en la actualidad.

Desde que empezó esta mal llamada «crisis de refugiados» millones de personas tuvieron que abandonar sus países por diferentes razones, sean éstas económica, políticas o climáticas. Cuando la conceptualizamos como crisis de refugiados, podemos caer en el riesgo de ocultar las responsabilidades políticas que están tras ellas. Son precisamente los y las refugiadas las cara más cruel y amarga de estas guerras que empezaron por los privilegios y beneficios de unos pocos. Son los refugiados quienes nos obligan a mirar a nuestro interior e impulsan a revisar nuestra posición como pueblo.

Aunque esta ofensiva total que está desarrollando el capital a nivel mundial tiene múltiples caras, hay dos elementos que se han puesto claramente encima de la mesa. Por un lado, que una vez más, son las mujeres las que mayor daño sufren, ya que la violencia que sufren en sus lugares de nacimiento, a lo largo del viaje de huida, en los Centros de Internamiento de Extranjeros etc. es múltiple. Por otro lado, mientras los derechos laborales de la clase trabajadora del mal llamado «primer mundo» son cada día más limitadas, los ataques contra trabajadoras y trabajadores del «tercer mundo» se concretan con intervenciones imperialistas y violencia. De hecho, las oleadas de personas refugiadas y las tragedias humanitarias que ocurren en el Mediterráneo provienen de esa realidad.

No podemos olvidar que Euskal Herria es un pueblo que se sitúa en ese centro imperialista y que en ese sentido, nuestro pueblo participa de forma directa en esta ofensiva contra derechos básicos. La caravana Mugak Zabalduz EH viene a informar sobre ello: que estas realidades que hasta ahora hemos denunciado se encuentran presentes también en nuestros pueblos. En esta iniciativa que se va a desarrollar del 28 al al 30 de abril, trataremos sobre las múltiples vulneraciones de derechos humanos. El Centro Cerrado para Extranjeros y Extranjeras de Hendaia, la empresa SAPA de Andoain que produce armas, el caso del senegalés Ndaye que murió en manos de la Policía Nacional, el polígono de tiro de las Bardenas, la segregación en la educación que se da en Gasteiz, los graves ataques a los derechos que ocurren en el puerto de Bilbao.

Todos los derechos para todas las personas. Esta frase no es solo un eslogan; esa frase es una reivindicación concreta. Construiremos una nueva sociedad entre todos y todas, si queremos conseguir una nueva Euskal Herria plural y justa. Quienes aquí vivimos y trabajamos somos, en este sentido, los y las que constituimos este pueblo. Nuestro objetivo es vivir en un pueblo digno que garantice un trabajo y una vida dignas. Estamos luchando por este objetivo en Euskal Herria y al mismo tiempo, nuestro compromiso es llevar a la práctica nuestro compromiso internacionalista para con el resto de pueblos trabajadores. Son éstas, en definitiva, las mejores aportaciones que podemos realizar en la lucha por un mundo diferente.

El sindicalismo tiene la vocación de defender a todas las trabajadoras y trabajadores del mundo y si no es así, no estará bien situado en esta realidad cada vez más globalizada. En LAB lo tenemos claro… gora munduko langileria!