Decenas de jóvenes norteafricanos llevan 8 meses durmiendo en las canchas de Atxuri.
Ante la inoperancia del Ayuntamiento para conseguir un recurso habitacional, el vecindario comprometido de este barrio les ha ofrecido un espacio para guardar sus pocas propiedades y un espacio para dormir. Ante la injusticia, apoyo mutuo entre vecinas.

El 3 de enero, a pocas horas de la muerte de una mujer sin techo en Bilbao, el Ayuntamiento
comenzó a enrejar las canchas para evitar que estas personas puedan pernoctar en ese lugar. Las personas y organizaciones solidarias del barrio queremos denunciar el racismo social e institucional que hay detrás de esta decisión.
Antes de nada, queremos mostrar nuestra solidaridad con Mohamed El-Bachir, menor de edad encontrado en Galdakao sin vida hace unos dias. Es otro ejemplo de manejo de lo ocurrido de forma racista, tanto por parte de las instituciones como de muchos medios de comunicación. Y creemos que es fruto de la falta de acogida digna que reciben las personas que vienen desde otros lugares a vivir a esta tierra. Mandamos toda nuestra solidaridad a Mohamed, su familia y amigos y la red de
acogida de Arratia, en forma de este aplauso.

Volviendo a Atxuri, queremos expresar que nadie desea que estos jóvenes tengan que dormir en las canchas. Asociaciones vecinales y de acogida llevamos pidiendo meses una solución habitacional.
En una ciudad con camas de albergue vacias y 8000 viviendas vacias, poner vallas no es ninguna solución. Y desde luego, sabemos que no es por falta de recursos. ¿Cuanto han costado estas vallas de la vergüenza? Y otro ejemplo, ayer mismo se anunció la creación de un nuevo albergue en Bilbao: el ayuntamiento va a invertir 2,6 millones de los fondos Next Generation en construir un albergue.
Pero no un albergue para personas sin techo, sino un albergue para los peregrinos del Camino de Santiago. ¿Cuales son las prioridades de este ayuntamiento?
Creemos que el equipo de Gobierno se ha dejado llevar por lo que un grupo de personas han reclamado desde el odio y el miedo. Ha sido intolerable como se ha instrumentalizado el Consejo de Distrito para que las asociaciones que no son del barrio votaran por el cierre.
Igualmente, es intolerable cómo el ayuntamiento escucha a este grupo de personas y no alresto de colectivos y asociaciones del barrio. Queremos recordar que el 10 diciembre estas personas se manifestaron delante de este ayuntamiento. Estuvieron menos de 20 personas. Y sin embargo, el 4 de enero, en Atxuri nos juntamos mas de 300 personas para pedir la retirada de las verjas de la vergüenza. Ante tal evidencia ¿a quién escucha este ayuntamiento? Nos preguntamos si el
consitorio va a atender alguna de nuestras peticiones de diálogo, que ya van siendo 3 en los últimos 6 meses.
Además este cierre afecta a un espacio ganado y defendido también por el barrio.
Queremos que nuestros hijos, hijas e hijes jueguen en un espacio abierto y cubierto y no en una jaula. Queremos un barrio libre de puntos oscuros y cerrados que faciliten situaciones de violencia.
¿Por qué no se tiene todo esto en cuenta al colocar las rejas de la vergüenza?
Las vallas no pueden ser respuesta a las necesidades sociales y la solidaridad vecinal.
Estas vergonzantes vallas racistas van en contra de los compromisos básicos de este equipo de gobierno recogidos en la Carta de Valores y el Pacto Social para la Inmigración.
Pedimos congruencia y apuesta firme por las personas y los barrios.
Exigimos que las vallas sean retiradas y que las administraciones implicadas ofrezcan soluciones habitacionales y una acogida digna, para estas personas cumpliendo con la Ley.
Sea como sea, Atxuri es un barrio diverso, activo y solidario. Estas vallas no nos van a parar.

Atxuri Harrera