Por el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias dignas e igualitarias

Nosotras, organizaciones, colectivos y redes comprometidas con los derechos de las personas exiliadas y habiendo participado en los encuentros y movilizaciones transnacionales de la Marcha a Bruselas de septiembre 2022, publicamos este comunicado conjunto con motivo del Día Internacional de las personas migrantes este 18 de diciembre.

En Euskal Herría y en el Estado Español, seguimos denunciando que el gobierno del Estado se niega a asumir sus responsabilidades por las decenas de muertes el 24 de junio en la frontera de Marruecos con Melilla, alguna en territorio bajo responsabilidad española, y refuerza la colaboración con la monarquía marroquí y otros Estados africanos en la represión de las personas migrantes. Estas políticas, que confirman la voluntad de nuestro gobierno y el conjunto de gobiernos de la Unión Europea de restringir el acceso a los derechos y criminalizar a los exiliados privados de permiso de residencia provoca centenares o miles de muertes en los trayectos y situaciones de explotación laboral y de todo tipo de las personas en situación irregular y que el gobierno se niega a regularizar.

Lo anterior se inscribe en una tendencia mundial hacia el endurecimiento de las políticas de control y clasificación de la inmigración, cueste lo que cueste. A punto de celebrarse el 18 de diciembre, compartimos esta constatación: el año ha vuelto a estar marcado por la restricción de derechos, la criminalización, las expulsiones y la violencia cotidiana contra las personas que se desplazan y permanecen en el país de forma ilegal; por nuevas muertes y desapariciones en las fronteras, desde América Central hasta los Balcanes, pasando por el Sahara y el Mediterráneo. El pasado 24 de junio, en Marruecos, 37 personas murieron en su intento de cruzar la barrera de Melilla: el mayor número de muertos jamás registrado en esta frontera terrestre.

El 2 de noviembre se renovó automáticamente el acuerdo entre Italia y Libia para evitar la migración en el Mediterráneo central, y con él el sistema de interceptación de migrantes, tráfico y tortura documentado desde hace años. Mientras tanto, el despliegue de Frontex continúa en los Balcanes o en África, a pesar del cuestionamiento de la agencia por parte de la OLAF y de muchas organizaciones. La agencia también está presente en la costa del Mar del Norte, mientras un informe condenatorio señala las responsabilidades de los servicios de rescate franceses y británicos en el naufragio del 24 de noviembre de 2021 en el Canal de la Mancha. Las muestras de solidaridad con las personas que huyen de la guerra en Ucrania, que podrían haber suscitado la esperanza de una mejor acogida para todos y todas, han resultado ser selectivas, dando claro testimonio del racismo y del oportunismo político y económico que subyace en las políticas migratorias de la Unión Europea y sus Estados miembros.

Así, desde el nivel local hasta el transnacional, se organizala solidaridad y se refuerzan las alianzas entre colectivos de migrantes, personas y asociaciones solidarias, sindicatos y autoridades locales. Estas luchas adoptan muchas formas: asistencia y resistencia a lo largo de las rutas migratorias, movilizaciones de personas privadas de permiso de residencia para su regularización, campañas contra la explotación colonial de los recursos y las poblaciones del Sur Global, acompañamiento jurídico contra la criminalización de la migración y la solidaridad, defensa contra el confinamiento y las deportaciones… La solidaridad también se organiza para recordar, junto a sus familiares, a las personas desaparecidas en las rutas terrestres y marítimas mediante “conmemorAcciones”. Por último, nuestros movimientos trabajan para construir alternativas y promover políticas basadas en los derechos humanos, políticas de acogida dignas y sostenibles. En respuesta al Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, que sólo avala una lógica de rechazo y negación de derechos, Numerosas organizaciones reclaman un Pacto mundial de solidaridad.

Así, en vísperas del 18 de diciembre, denunciamos alto y claro las políticas represivas que se obstinan en poner en marcha muchos Estados, con la complicidad de empresas de seguridad y armamento y organismos internacionales, desafiando los derechos más fundamentales y decenas de miles de vidas humanas. Exigimos el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias basadas en el respeto de la dignidad humana y la igualdad de derechos.

PRIMERAS FIRMAS

BelRefugees, Plateforme Citoyenne (Belgique)

Caravana Abriendo Fronteras (Espana)

CCFD Terre solidaire (France)

La Cimade (France)

CNCD 11.11.11 (Belgique)

CRID (France)
Ecole des solidarités (Belgique)
Emmaüs Europe (Europe)
Emmaüs France (France)
Emmaüs International (International)
European Anti-Fraud Office (Europe)
Fédération Etorkinekin Diakité (France)
Federación Unión Africana España
Forum Tunisien pour les Droits Economiques et Sociaux (Tunisie)
Migreurop (France)
Mugak Zabalduz (Pays basque / Espagne)
NoLager NRW (Allemagne)
Ongi Etorri Errefuxiatuak (Pays basque/ Espagne)
Paris d’Exil (France)
La Resistencia Almería (Espagne)
Rete Antirazzista Catanese (Italie)
Solidarité Asie France (France)
STAY! Düsseldorfer Flüchtlingsinitiative (Allemagne)
Tous migrants (France)

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FRANCES

Le 18 décembre prochain, nous manifesterons de nouveau en France et ailleurs à l’occasion de la Journée internationale des personnes migrantes. Nous manifesterons alors qu’en France, un rapport accablant pointe les responsabilités des secours français et britanniques dans le naufrage du 24 novembre dernier dans la Manche et qu’un énième projet de loi «sur l’asile et l’immigration» confirme l’acharnement de nos gouvernements à restreindre l’accès aux droits et criminaliser les personnes exilées.

Cette actualité s’inscrit dans une tendance globale au durcissement quoi qu’il en coûte des politiques de contrôle et de tri migratoire. À l’approche du 18 décembre, nous partageons ce constat : l’année a de nouveau été marquée par la restriction des droits, la criminalisation, les expulsions et les violences quotidiennes à l’égard des personnes en mouvement et maintenues dans l’illégalité ; par de nouvelles morts et disparitions aux frontières, d’Amérique centrale aux Balkans en passant par le Sahara et la Méditerranée. Le 24 juin dernier au Maroc, 37 personnes ont été tuées dans leur tentative de franchir la barrière de Melilla : le plus lourd bilan jamais enregistré à cette frontière terrestre. Le 2 novembre, le memorandum d’entente entre l’Italie et la Libye visant à empêcher les migrations en Méditerranée centrale était automatiquement renouvelé, et avec lui le système d’interception des personnes migrantes, de trafic et de torture documenté depuis des années. Pendant ce temps, le déploiement de Frontex se poursuit dans les Balkans ou en Afrique, malgré la mise en cause de l’agence par l’OLAF et nombre d’organisations. L’agence est aussi présente le long des côtes de la mer du Nord alors qu’un rapport accablant pointe les responsabilités des secours français et britanniques dans le naufrage du 24 novembre 2021 dans la Manche. L’élan de solidarité à l’égard des personnes fuyant la guerre en Ukraine, qui pouvait susciter l’espoir d’un meilleur accueil pour toutes et tous, s’est révélé sélectif, témoignant clairement de l’opportunisme politique et économique et du racisme qui sous-tendent les politiques migratoires de l’Union européenne et des Etats membres.

Alors, de l’échelon local au niveau transnational, la solidarité s’organise et des alliances se renforcent entre collectifs issus de la migration, personnes et associations solidaires, syndicats ou encore autorités locales. Ces luttes se déclinent sous de multiples formes : soutien et résistances le long des routes migratoires, mobilisations de personnes privées de titre de séjour pour leur régularisation, campagnes contre l’exploitation néocoloniale des ressources et des populations des Suds, accompagnement légal contre la criminalisation des migrations et de la solidarité, plaidoyer contre l’enfermement et les déportations… La solidarité s’organise aussi pour commémorer aux côtés de leurs proches les personnes disparues sur les routes terrestres et maritimes à travers les «commémorActions». Enfin, nos mouvements travaillent à construire des alternatives et promouvoir des politiques d’accueil digne et pérenne, fondées sur les droits. En réponse au Pacte européen sur la migration et l’asile, qui ne fait qu’entériner une logique de rejet et de déni des droits, nombre d’organisations appellent à construire un Pacte global de solidarité.

Ainsi à l’approche de ce 18 décembre, nous dénonçons haut et fort les politiques répressives obstinément mises en place par de nombreux Etats, avec la complicité de sociétés de sécurité et d’armement et d’agences internationales, au mépris des droits les plus fondamentaux et de dizaines de milliers de vies humaines. Nous exigeons la fin immédiate du régime de répression aux frontières et la mise en place de politiques migratoires fondées sur le respect de la dignité humaine et l’égalité des droits.
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ENGLISH

For an immediate end to the repressive border regime and the implementation of dignified and egalitarian migration policies

We, organisations, collectives and networks committed to the rights of migrant persons and having taken part in the transnational meetings and mobilisations of the March to Brussels, publish this joint communiqué on the occasion of the International Migrants Day.
On 18 December, we will demonstrate again globally on International Migrants Day.
The latest developments are part of a global trend towards the hardening of migration control and sorting policies, whatever the cost. As we approach 18 December, we share this observation: the year has once again been marked by the restriction of rights, criminalisation, expulsions and daily violence against people on the move and maintained in illegality; by new deaths and disappearances at the borders, from Central America to the Balkans, via the Sahara and the Mediterranean. On 24 June last in Morocco, 37 people were killed in their attempt to cross the Melilla barrier: the highest death toll ever recorded at this land border. On 2 November, the memorandum of understanding between Italy and Libya to prevent migration in the Central Mediterranean was automatically renewed, and with it the system of interception of migrants, trafficking and torture documented for years. Meanwhile, the deployment of Frontex continues in the Balkans or in Africa, despite the questioning of the agency by OLAF and many organisations. The agency is also present along the North Sea coast, while a damning report points to the responsibilities of the French and British rescue services in the 24 November 2021 sinking in the Channel. The outpouring of solidarity with people fleeing the war in Ukraine, which could have raised hopes of a better reception for all, has proved to be selective, bearing clear witness to the political and economic opportunism and the racism that underlie the migration policies of the European Union and its member states.
So, from the local to the transnational level, solidarity is being organised and alliances are being strengthened between migrant groups, individuals and associations in solidarity, trade unions and local authorities. These struggles take many forms: assistance and resistance along the migration routes, mobilisations of people deprived of residence permits for their regularisation, campaigns against the colonial exploitation of resources and populations of the Global South, legal accompaniment against the criminalisation of migration and solidarity, advocacy against confinement and deportations… Solidarity is also organised to commemorate, alongside their relatives, the people who have disappeared on the routes by sea and land through «commemorActions». Finally, our movements are working to build alternatives and promote human rights based, dignified and sustainable reception policies. In response to the European Pact on Migration and Asylum, which only endorses a logic of rejection and denial of rights, many organisations call for a Global Pact of Solidarity.
Thus, on this 18 December, we denounce loud and clear the repressive policies obstinately put in place by many States, with the complicity of security and arms corporations and international agencies, in defiance of the most fundamental rights and tens of thousands of human lives. We demand an immediate end to the repressive border regime and the implementation of migration policies based on respect for human dignity and equal rights.