Tras meses de acogida de personas migrantes en los barrios de Bilbao, nos dejan en la calle.

Hemos acogido personas migrantes en barrios de Bilbao, Donostia, Irun y Baiona. Este verano ha sido diferente en algunos de nuestros barrios. Autobuses con migrantes han llegado a nuestras ciudades directamente de las costas, tras un largo y durísimo viaje desde diferentes países de África. La falta de coordinación de las Administraciones que les han abandonado y la ausencia de dispositivos de acogida institucionales, han hecho que cientos de vecinos y vecinas con diferentes trayectorias, experiencia y realidad hayan decidido aportar su tiempo y energía para acoger a estas personas. Era imposible mirar hacia otro lugar y no lo hemos hecho.

Este verano la frontera Sur ha llegado al Norte. En este tiempo hemos compartido con muchas de estas personas en viaje migratorio desayunos, cenas, canchas, conversaciones… Ante una realidad de desamparo e incertidumbre, hemos constituido una red de personas, colectivos sociales y barrios de acogida, que se ha traducido en solidaridad de contacto y escuela de ciudadanía… Desde el inicio:

• Hemos desarrollado la acogida desde una perspectiva de justicia social que ha tenido como ejes los valores solidarios, la desobediencia popular, el compromiso voluntario y el trabajo colectivo, construyendo desde la práctica modelos de acogida integral.

• Además de ofrecer ayuda solidaria (techo, comida, ropa, orientación médica y jurídica, clases de castellano, actividades de ocio…), creíamos fundamental denunciar los agujeros y las negligencias del sistema de acogida oficial, así como las causas de los desplazamientos forzados y las consecuencias de las políticas migratorias, y extender esta acogida solidaria por nuestros pueblos y barrios.

Improvisación de Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos. Junto al trabajo solidario hemos querido también denunciar una estructura de acogida y atención que, desde nuestros datos, experiencia y compromiso, es claramente insuficiente y deficiente. Ha sido la presión ejercida por la red de acogida popular la que ha empujado a las instituciones a abrir los centros de Berriz y Oñati. Medidas manifiestamente insuficientes si tenemos en cuenta que han pasado por estos dispositivos más de 4.000 personas, que hay varios centenares de solicitantes de protección internacional, personas que desean quedarse y que no están siendo debidamente atendidas en esta primera acogida, así como otras personas que ya vivían previamente en situación de calle.

La realidad administrativa de las personas que llegan y tienen una orden de expulsión es una realidad de expulsión y exclusión. La Ley de Extranjería es responsable de excluir del acceso a derechos a las personas que llegan y a la irregularidad que genera la misma. Las Administraciones Vascas están colaborando con este sistema expulsor que deporta, no sólo a las que acaban de llegar, sino a personas que llevan muchos años, décadas en el Estado.

Hemos señalado a responsables políticos e instituciones por la falta de recursos y de voluntad política, dejando en evidencia la falsa imagen de un Bilbao convertido en la ciudad de los valores universales con los derechos humanos como eje.

Aburto, Rementería, Urkullu… ¿Derechos Humanos? Habéis dejado de lado vuestras propias leyes, habéis externalizado y mercantilizado la acogida de las personas migrantes. La falta de calidad y dimensión de la actual acogida institucional creemos que habla de una sociedad donde la mayoría vivimos anestesiada ante la tragedia de las fronteras contra las y los pobres. Pensamos que no se trata solo de competencias, recursos, funciones… La pregunta se parece más a ¿Qué vamos a hacer ante esta situación que nos interpela?

Nos han acusado de estorbar, cuando no de manipular esta situación con intereses partidistas. Sin embargo, nuestras iniciativas parten de un compromiso con las personas que han llegado a nuestros barrios. Podemos contarnos de muy diferentes maneras esta experiencia. Hay quien puede pensar en ganar o en perder, en atacar, en defender o colaborar. Somos conscientes de la incomodidad vivida por parte de quienes sostienen una estructura desbordada por esta realidad. Tampoco para nosotras ha sido sencillo. Queremos celebrar la solidaridad expresada, la ciudadanía construida y todos los aprendizajes vitales cosechados.

Durante estos largos 100 días, los barrios y colectivos sociales hemos ido dando el relevo para acoger solidariamente a las personas que iban quedando fuera del sistema, pero, desde ayer, ESTAMOS EN LA CALLE.

La experiencia nos ha demostrado la complejidad de atender de modo integral a un número tan elevado de personas, por ello hemos decidido que esta experiencia solidaria de atención integral y colectiva termine el 14 de octubre. Por eso, ese mismo día nos hemos concentrado 72 horas seguidas frente a las instituciones para seguir exigiendo un sistema integral de acogida y para denunciar que ninguna persona se quede en la calle. Estamos comprometidas en ser tierra de acogida. A estas primeras experiencias de acogida popular y denuncia política de Artea, Irala, Atxuri, Bilbi, Karmela, Bizinahi o la Kaxita, les van a seguir muchas otras como las de Arrigorriaga, Galdames, Busturialdea, Bakio, Ermua… que ya han sacado de la calle a 40 personas que quedarían fuera del sistema institucional de acogida.

Porque Euskal Herria quiere ser Tierra de Acogida. Para demostrar que es así, necesitamos que nos acompañéis y participéis en esta Concentración que termina el día 17, y que os impliquéis, desde la diversidad de formas posibles, en las iniciativas que se están poniendo en marcha en vuestros barrios y pueblos.

ACOGIDA INTEGRAL – FALTA DE COMPROMISO INSTITUCIONAL

DEROGACIÓN DE LA LEY DE EXTRANJERÍA – RED DE ACOGIDA POPULAR –

¡TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS!

¡EUSKAL HERRIA PUEBLO DE ACOGIDA!

Barrios de Acogida de Bilbao / Bilboko Harrera Auzoak

Foto: Txeng Meng