Supimos que la guerra de Irak se fundamentó en una gran mentira.
Se ha destapado estos días, que la guerra de Afganistán ha estado alimentada por más de dos décadas de falacias y manipulaciones de los
hechos.

¿Qué mentiras se están construyendo ahora en torno a Ucrania para hacernos creer
que lo más razonable es preparar una guerra?

Diferentes potencias hegemónicas defienden sus intereses a espaldas de los
pueblos afectados. El estallido de una guerra, por “limitada” que fuera en sus
comienzos, puede tener consecuencias impredecibles para las poblaciones. Se
podría saber cuándo y dónde empieza, pero nadie puede saber hasta dónde llegaría
su extensión ni su duración.

Como sucede en todas las guerras actuales y recientes, las más afectadas serán las
poblaciones civiles de la región. Además de las muertes que sufrirán, se verán obligadas a migrar y se transformarán en personas migrantes forzadas y en busca
de refugio.

España y sus pactos no son ajenos a todo ello. La OTAN es uno de los agentes principales de la confrontación. Pero el estado español, que forma parte de esa alianza, no es inocente sino más bien todo lo contrario; ha tomado la iniciativa de enviar una fragata al Mar Negro, hacia donde ya se dirigía también un dragaminas.

Igualmente ha ofrecido un despliegue aéreo con aviones de combate Eurofighter en Bulgaria, sumando esto a otra misión que mantiene en Letonia con varios cientos de militares y gran cantidad de material de combate.

Y así es como rápidamente, este gobierno autodenominado “de progreso”, en vez
de reclamar una Conferencia de Paz sobre Ucrania, se alinea con EEUU y se suma a
la posibilidad de una nueva guerra. Hay que recordar aquí además, que –a pesar de
que se lo ha pedido numerosas organizaciones sociales y todas las organizaciones pacifistas y antimilitaristas-, España es uno de los estados que todavía no ha ratificado el Tratado Internacional sobre la Prohibición de las Armas Nucleares auspiciado por Naciones Unidas.

Ante esta situación, desde LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ de Ongi Etorri Errefuxiatuak queremos decir que:

1. Estamos en contra de todas las guerras y exigimos la retirada de todas las fuerzas
militares actualmente implicadas.
2. Exigimos urgentemente al gobierno español que retire todas las fuerzas militares
presentes en la zona del conflicto actual, se abstenga de enviar más tropas, y
cancele cualquier licencia de exportación de armas a países en conflicto.
3. Exigimos igualmente al gobierno que rompa con la OTAN, alianza militar que se
distingue por ser una institución que no tiene reparos en actuar contra los pueblos
europeos y del mundo para mantener su posición de bloque geoestratégico.
4. Manifestamos que los ejércitos, su rancia cultura, sus intervenciones y su
armamento, suponen un perverso modelo social plagado de anacrónico machismo,
y son un innecesario despilfarro de recursos que deberían destinarse a cubrir
necesidades sociales como implementar programas para defendernos de la pobreza y la exclusión, investigar y luchar contra las epidemias sanitarias, trabajar contra el
deterioro medioambiental y cambio climático, etc. Asimismo, abogamos por el desmantelamiento y reconversión de toda la industria militar.
5. Por último llamamos a la ciudadanía e invitamos a las organizaciones sociales
para movilizarnos y frenar esta escalada bélica.
¡ NO A LA GUERRA !

Domingo 6 de Febrero, 12:00 h., Plaza Arriaga, BILBAO