Desde finales de junio, cientos de personas africanas arribadas en patera están siendo trasladadas a Bilbao. Ante los recursos absolutamente insuficientes de acogida puestos en marcha por las instituciones vascas, los vecindarios de los barrios de Bilbao agrupados con Bilboko Harrera Auzoak, con ayuda de la comunidad africana, OEE, SOS Racismo y personas individuales solidarias, decidimos implicarnos en su acogida.
En estos casi tres meses, las instituciones nos han ninguneado y han evitado acercarse a conocer de cerca la situación de estas personas. Finalmente, tras casi tres semanas de retrasos, el pasado viernes 14 de septiembre hemos tenido un primer encuentro con la Directora del Gabinete de Comunicación del Departamento de Empleo y Políticas Sociales Gobierno Vasco y técnicos de los servicios sociales de la Diputación Foral de Bizkaia y del Ayuntamiento de Bilbao.
En dicha reunión, se nos han informado con algo más de detalle sobre los nuevos recursos de acogida que están poniendo en marcha en Bizkaia y Euskal Herria, de los cuales ya teníamos noticias a través de la prensa. Al mismo tiempo, se nos ha insistido en dar un tiempo para ver si las nuevas medidas son realmente efectivas.
- Se mantendrán los dispositivos de tránsito abiertos este verano (en el caso de Bilbao un centro de FP, compartido con el alumnado).
- En Berriz, un centro para estancias entre 15-20 días. Con capacidad -ampliable- para 20 mujeres con menores a su cargo, mujeres solas y personas convalecientes.
- En Oñati, un albergue con 100 plazas ampliables para solicitantes de protección internacional, con una estancia de 3 meses -pueden ser menos o más, en función de “criterios técnicos”.
- Reforzar con algún piso más los programas Harrera y Auzolan.
Desde la Red de Acogida de Bilbao les hemos señalado los siguientes puntos:
1. Cuáles son desde nuestro punto de vista los agujeros del sistema formal de acogida, insistiendo en que sus protocolos, marcos de actuación y programas son ineficaces, cortoplacistas e insuficientes para esta nueva realidad de personas migrantes.
2. Con los datos que disponemos, les hemos insistido que las medidas tomadas van a ser claramente insuficientes.
Hemos aprovechado esta ocasión para realizar una serie de propuestas, algunas de las cuáles deberían de atenderse urgentemente para tratar de poner solución al centenar y medio de personas que aún estamos acogiendo:
- Los dispositivos en tránsito abiertos en verano (según cifras oficiales 218 plazas), deben convertirse en centros especializados con estancia prolongable hasta seis meses en los que se haga una acogida integral que se adapte a la realidad de cada persona.
- Estos centros deben estar abiertos toda la jornada, proporcionando actividades formativas y de ocio que eviten en lo posible la situación de calle, lo cual conlleva un alto riesgo de caer en manos de mafias y redes de trata de personas.
- Activar pisos y albergues de primera acogida de CEAR en Bilbao, su cinturón y otros municipios de Bizkaia, pues entendemos que las 100 plazas del nuevo albergue de Oñati no van a ser suficientes.
- Puesta en marcha de otros dispositivos de las características del de Berriz, éste no va a cubrir las necesidades de los colectivos a los que se dirige.
- Incrementar el número de plazas y mejorar las condiciones de los centros de menores de la DFB, proporcionándoles un tratamiento individualizado.
- Poner remedio de manera inmediata a la falta estructural de recursos habitacionales y de primera necesidad del SMUS de Bilbao para todas las personas en situación de exclusión, ya sean migrantes o autóctonas.
- Articular de manera efectiva los recursos públicos socio-sanitarios con el tercer sector.
- Presionar al Gobierno del Estado para la derogación de la Ley de Extranjería, y desde las administraciones vascas fomentar la no colaboración de la Ertzaintza y Policías Locales con la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional.
Nosotras sabemos que no nos corresponde hacer esta acogida, pero seguiremos en esta tarea si las instituciones públicas no hacen su parte. Las personas y estas organizaciones no especializadas, en nuestra opinión, lejos de “estorbar” como diferentes autoridades y ONGD profesionalizadas han manifestado en prensa durante estas semanas, se convierten en una mirada externa que descubre y puede denunciar los límites de protocolos asentados que siguen siendo cómplices de una política de gestión cortoplacista y deshumanizada de las crisis migratorias.
Ahora bien, necesitamos aprender a reconocernos como agentes válidos, tantos unos como otros y colaborar, permitiendo la crítica y la denuncia que entendemos que son fundamentales para mejorar nuestra sociedad. Por nuestra parte, tenemos plena voluntad de seguir dialogando y negociando con las autoridades políticas e instituciones, siempre y cuando ellas también manifiesten esta voluntad.
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